"La mediocridad está al alcance de la mano, me pregunto cómo se hace para escapar a ella.
No alcanza la lucha, ni las buenas intenciones, ni haber recogido por el camino un nutrido cúmulo de buenos valores.
No alcanza la preocupación por formarse, el estudio, el haberse alimentado de muchos autores, no, tampoco alcanza.
Porque la mediocridad humana, está, se te muestra y te da contra el piso, te consume en la impotencia y en la indignación. Muchas veces en el desamparo y la soledad. Porque la mediocridad humana, se viste de gala con las mejores ropas del baúl de los celos, la envidia, el egoísmo, la incapacidad, la indiferencia y la venganza."
(A raíz de sucesos recientes y otros no tanto, que rozan la familia, los compañeros de trabajo y los propios trabajos)
09/10/13