Te tuve
y fué como un sorbo dulce
que rozó mis labios apenas
y ahí quedó, sin mojar,
ni explorar en mis venas.
Te tuve
y fué ver una estrella fugaz una noche
donde las soledades
a los paisajes
calman y aquietan.
Te tuve
y fué como arder la leña
con un crepitar hermoso
y atrapante misterio,
que no se alimenta.
Te tuve
y fué escuchar melodías preciosas
que se van alejando
y que uno las sueña
y que uno despierta...
Te tuve
y fué envolver de una brisa
en un caluroso verano,
tan suave caricia
que recorre el cuerpo
y se despide en las manos...
Te tuve
y fué el caer de la lluvia mansa
en desiertos deseosos
de empaparse muy dentro y saber
que esa lluvia no alcanza...
Te tuve
y fué como el sorbo y lo fugaz de la estrella,
el arder de la leña y la melodía que uno sueña,
la caricia del viento y el caer de la lluvia
y fué como un cuento, una prosa,
como un pedazo de historia,
que se lee con palabras y páginas rotas,
te tuve
y quisiera tenerte,
porque como una obra inconclusa
estás hoy en mí, linda Gloria.
28/12/89