Noche oscura, fiel y confidente,
de almas quietas y serenas
que ven y oyen a dos seres,
que hablan y olvidan las penas.
Cinco estrellas fugaces se mueven,
igual lo hace la brisa,
juntas al pasar se pierden,
pero quedan en la poesía.
El hombre ve las cinco estrellas
que lo llevan a creer en lo incierto,
un deseo por cada una de ellas,
era el mismo, un solo anhelo.
Momentos que suceden momentos,
palabras, miradas y nervios,
el amor que llega en un beso
y el hombre titubea...entre él y el cielo.
Noche oscura, serena y confidente,
brisa suave y cinco rápidas estrellas,
vieron y oyeron cosas bellas,
¡pídanle que se las cuenten...!
9/11/79