Profesor de Educación Física y Entrenador de Fútbol
FREDY ACOSTA TECHERA[1]
A manera de establecer el primer contacto con ustedes a través de estas páginas, consideré interesante esbozar aquí, una opinión particular, de alguna de las problemáticas que veo se dan en nuestro Fútbol Infantil y que deben cambiar.
Entonces como INTRODUCCIÓN nos planteamos una pregunta:
¿Qué entiende el niño o niña cuando se le enfrenta a una pelota y dos arcos y un grupo de compañeros?
- Que va a jugar a la pelota, que se va a expresar libremente en esta actividad y sobre todo que va a compartir un buen rato y disfrutar.
Esto se ha dado desde los primeros tiempos en que este juego-deporte llegó a este país, tanto en la calle, el campito o la playa.
El resultado terminaba ahí, más tarde o mañana, se juntarían de vuelta y habría revancha y también terminaba ahí.
Así, el aprendizaje transcurría tras muchas horas de pelota, por ensayo y error, en forma global, quizá con la indicación de algún mayor que merodeara por ahí y tuviera en su interior un dejo docente, incluso compartiendo el “picado”.
La aparición de los equipos infantiles para competir en torneos desde tempranísima edad, segregó niños y niñas, que les gustaba jugar pero no se podían fichar.
Entonces algunos amigos ya no tenían mucho tiempo para compartir, porque tenían “la práctica”.
Se perdió el espíritu de jugar CON el otro, para considerar jugar Contra el otro y los mayores que promovieron esta forma se olvidaron de que cuando eran niños les encantaba jugar sin presiones, experimentar, soñar y hacer amistades nuevas más allá de los resultados, ganar, empatar o perder.
De jugar en cualquier lado del espacio limitado o no como cancha, se pasó a que le dijeran al niño, dónde debe jugar, hasta dónde se debe mover y lo que puede o no hacer, hasta el punto de gritarles y reprocharles tal o cual jugada, a pequeños incluso de tan solo 5 o 6 años.
Se ha coartado la libertad de expresión del juego libre, se pierde de vista hoy algo muy importante en la formación de este juego - deporte de equipo, la Colaboración permanente, el ser Solidario con los compañeros y sobre todo saber resolver en cualquier lugar del campo, ser lo que se busca hoy día, Polifuncional y esencialmente, ser creativo.
Los educadores o monitores a través de este juego – deporte, deberían, según nuestra modesta opinión, recordar cómo han sido las bases del Fútbol, en sus programas o clases y no ser tan rígidos con sus propuestas y dar la posibilidad de que los niños y niñas, puedan disfrutar y expresarse y ser creativos cuando juegan, las correcciones que sean puntuales, muy gráficas y que sigan jugando.
Hay tres conceptos que debe conocer, incorporar y tener en cuenta el niño cuando se inicia en juegos-deportes de equipo con pelota y de confrontación directa, ellos son:
a- Si no se tiene la pelota en posesión del equipo, debo ayudar en la lucha por ella y recuperarla.
b- Si tengo la pelota en posesión, debo ayudar a construir el juego de ataque de la manera más oportuna, con control y seguridad sobre el útil.
c- Si se llega a zona de definición, ayudar a resolver rápido, con sorpresa, en forma eficaz, tiro al arco o favorezco que remate un compañero en mejor posición.
Todo esto es lo básico, entonces el niño o niña debe saber resolver en cualquier lugar del terreno, no se concibe el determinar puestos a temprana edad, encasillar, incluso en el caso del golero, todos deberían pasar por esta experiencia de estar entre los tres palos. Es experiencia, es aprendizaje.
El tiempo, el desarrollo personal y el azar, dirán qué funciones serán las principales que puedan cumplir en un determinado sistema de juego, cuando sea oportuno.
Ahora bien, quienes hacemos docencia y nos gusta el trabajo con tempranas edades, sabemos que este juego – deporte es una herramienta más entre las que tenemos en la educación física. Y que no debemos trabajar pensando en formar un futuro deportista de elite, esto es sólo una consecuencia de futuro en algún caso específico.
También sabemos que un futuro futbolista de elite sería limitado en sus aspectos coordinativos, físicos y resolutivos, si sólo se desarrollara desde temprana edad, nada más que corriendo detrás de la pelota.
Es decir, sin un trabajo multifacético, polivalente, de enriquecimiento motriz (una buena base de educación física, gimnasias, natación, atletismo, otros deportes con pelota, recreación, etcétera) un desarrollo armónico e integrado a una buena actividad intelectual, una buena salud y alimentación. Si no es así, seguiremos teniendo deportistas con demasiadas carencias, con una carrera muy acortada, con la consecuencia de lesiones musculares, articulares, muchas veces continuas y graves e irreversibles.
A partir de aquí podemos empezar a pensar que hoy tenemos mucho recorrido por hacer y que nuestro juego-deporte no mejora si no mejora la educación y la educación física no encuentra su verdadero lugar dentro de ella.
Para terminar esta introducción, decir que es una visión personal y un aporte inicial, de cómo debería ser y desarrollarse nuestro Fútbol Infantil, sin perder aquella alegría de jugar por jugar, donde no haya excluidos y todos tengan la posibilidad de disfrutar y aprender.
Ahora sí, podremos continuar hablando de metodologías, de técnica, táctica y diversos aspectos que hacen de este juego-deporte un apasionante mundo de encuentros y descubrimientos.
Hasta el próximo capítulo!!
Fredy Acosta Techera
[1] Integrante como jugador de la Selección Juvenil de Uruguay (1979, Cannes, Francia)
Integrante como jugador del Club Nacional de Fútbol de Montevideo a nivel Profesional (1980 a 1984)
Titular Cátedra de Fútbol, curso de profesores (1998 a 2007) Universidad de la República, ISEF, Montevideo
Gentileza Revista ISEF Digital (publicado en www.isef.edu.uy)