Error de comprensión
"Error de comprensión"
(relato a partir de una leyenda urbana)
Tal fue la sorpresa de los compañeros, al llegar aquel día de entrenamiento y concentración para el próximo partido.
Las diferencias muchas veces no son tales, a pesar de haber nacido uno en la capital y el otro tierra adentro.
La infancia dura, luchada , con más escuela de la calle que escuela formal, iguala.
Ser canillita,lustrabotas, ayudante de albañil o lo que se pudiera ser y hacer para ayudar a llevar el pan a la casa, iguala.
El fútbol descalzo de campito o callejero, lleno de sueños, iguala.
El comenzar a tener perfomances futboleras interesantes, es como un salvavidas, como un presentador de oportunidades.
Lograr un título del fútbol chacarero y ser considerado el mejor jugador del torneo o destacar en un equipo menor de la capital, a pura habilidad y gol, hace que alguno de los equipos importantes pare la oreja, agudice la vista. Iguala.
Todo ello iguala y hace coincidir en el mismo lugar, en un mismo momento, como ser, en un equipo de los grandes.
Pero muchísimas veces, la escuela de la calle y la pelota, de muchas cosas no enseñan.
Comenzar a escuchar de cargas de entrenamiento y recuperación, de fibras rojas y blancas e intermedias, de alimentación e hidratación correcta, de reposición de proteínas y carbohidratos. Comenzar a escuchar de qué dulces o azúcares son asimilados más rápidamente por el organismo y los músculos y todos los etcéteras que se les pueda ocurrir, no es moco de pavo mi amigo.
Habían sido duros los entrenamientos los días anteriores. Sí, por esto, tal fue la sorpresa de los compañeros, al llegar aquel día de entrenamiento y concentración para el próximo partido y ver en el vestuario,
al "once" y al "tres", por un "error de comprensión", recostados en las bancas, masajeándose sus muslos y piernas ¡¡¡con dulce de membrillo!!!
Julio de 2017
Fredy Wilson Acosta Techera
(relato a partir de una leyenda urbana)
Tal fue la sorpresa de los compañeros, al llegar aquel día de entrenamiento y concentración para el próximo partido.
Las diferencias muchas veces no son tales, a pesar de haber nacido uno en la capital y el otro tierra adentro.
La infancia dura, luchada , con más escuela de la calle que escuela formal, iguala.
Ser canillita,lustrabotas, ayudante de albañil o lo que se pudiera ser y hacer para ayudar a llevar el pan a la casa, iguala.
El fútbol descalzo de campito o callejero, lleno de sueños, iguala.
El comenzar a tener perfomances futboleras interesantes, es como un salvavidas, como un presentador de oportunidades.
Lograr un título del fútbol chacarero y ser considerado el mejor jugador del torneo o destacar en un equipo menor de la capital, a pura habilidad y gol, hace que alguno de los equipos importantes pare la oreja, agudice la vista. Iguala.
Todo ello iguala y hace coincidir en el mismo lugar, en un mismo momento, como ser, en un equipo de los grandes.
Pero muchísimas veces, la escuela de la calle y la pelota, de muchas cosas no enseñan.
Comenzar a escuchar de cargas de entrenamiento y recuperación, de fibras rojas y blancas e intermedias, de alimentación e hidratación correcta, de reposición de proteínas y carbohidratos. Comenzar a escuchar de qué dulces o azúcares son asimilados más rápidamente por el organismo y los músculos y todos los etcéteras que se les pueda ocurrir, no es moco de pavo mi amigo.
Habían sido duros los entrenamientos los días anteriores. Sí, por esto, tal fue la sorpresa de los compañeros, al llegar aquel día de entrenamiento y concentración para el próximo partido y ver en el vestuario,
al "once" y al "tres", por un "error de comprensión", recostados en las bancas, masajeándose sus muslos y piernas ¡¡¡con dulce de membrillo!!!
Julio de 2017
Fredy Wilson Acosta Techera