NUESTRO FÚTBOL INFANTIL (CAPÌTULO 3)
Metodologías Encontradas
Fredy Acosta Techera (acosta.fredy@gmail.com)[1]
Resumen
Uno de los temas discutidos desde hace un largo período, por diversos autores, docentes, entrenadores, es el de las metodologías de enseñanza aprendizaje a seguir, en los deportes de equipo, de confrontación directa y en las primeras etapas de formación.
El hacer en la clase o sesión de entrenamiento, cómo debe hacerse, qué es lo mejor que puede hacerse, cuál es el accionar más directo e intencionado, que le de al alumno una rápida apropiación de la técnica táctica tal o cual, en tal o cual deporte, ha sido motivo de confrontación entre dos escuelas claramente definidas.
El método analítico y el método global o sintético, han sido investigados, estudiados y propuestos, muchos libros y artículos han sido escritos, donde las ventajas y desventajas de uno y otro se ponen a consideración y donde el autor finalmente pregona cual es el camino correcto que se debe seguir.
La idea aquí es hacer un análisis desde la experiencia práctica y desde aquellas teorías, para poner a consideración una manera de hacer, sin quitar la libertad de crear, escoger, decidir, planear, llevar a cabo, de quien en definitiva tiene que hacerlo, el docente, el entrenador, el monitor, que tiene a cargo determinado grupo de alumnos, en determinado contexto.
Palabras clave
Aprender – Enseñar – Fases Sensibles - Método Analítico - Método Global o Sintético
ASPECTOS CONCEPTUALES SOBRE ESTOS TÉRMINOS
Aprender – significa adquirir, incorporar nuevos elementos, nuevos conocimientos, para poder desempeñarse por sí mismo y ser capaz de relacionar esos conocimientos unos con otros para generar otras formas de accionar, permitiendo esto ser más creativo.
Enseñar – es mostrar, tender puentes a los alumnos para que investiguen, experimenten y descubran como pueden llegar a un nuevo logro, el objetivo principal del enseñar es que el alumno PUEDA hacerlo o lograrlo.
Esta puesta a consideración del alumno se da a partir del estudio previo, de la evaluación del grupo, de la experiencia en la actividad que se tiene.
Es en definitiva, ayudar a aprender.
Respetar la interpretación personal que el alumno le da a lo que se le explica o muestra o demuestra es esencial. El alumno hará a partir de su propio entender y sentir, a partir de su propia experiencia o historia motriz, a partir de su capacidad de imitación y de su propia morfología, así como de su motivación, es decir el alumno hará presente su ESTILO en el aprendizaje.
En la enseñanza debemos respetar los llamados períodos sensibles, su maduración, edad, su experiencia, aspiraciones y metas, se debería pincelar el contenido de la relación educativa con estas necesidades y posibilidades del alumno.
Método – es un modo o una forma de razonar u obrar para obtener determinados objetivos, es una estrategia de trabajo, de hacer las cosas. El método está ligado a principios psicológicos, cognitivos, pedagógicos educativos, que se deben tener en cuenta al diseñar dichas estrategias.
TIPOS DE MÉTODOS
¿Cómo se presentan al nivel informal?
Desde tempranas edades cuando se juega y sobre todo cuando algo gusta, se le pone toda la motivación, las mejores ganas e intenciones, sin necesidad de que haya un guía en dicha actividad.
En el caso del fútbol como juego deporte, el niño se junta con los amigos del barrio y en la propia calle o campito, delinea la cancha, pone las propias reglas, arma dos equipos que se consideran parejos (ellos mejor que nadie saben de niveles de juego de cada uno) y se juega. Esto es una actividad global o sintética, el niño adquiere experiencias, aprende en situación de juego o de partido.
El profesor Jorge Roberto Gómez (argentino, 1988, 14) expresa, “...todo niño aprende cuando juega.” Y más adelante en su propuesta de programa en la iniciación deportiva agrega, “...es fundamental la revalorización y estudio científico de los juegos motores, pues en ellos se presentan todos los elementos constitutivos del posterior deporte, en unidades con sentido integrador.”[2]
Otras veces juega solo, no están los compañeros, pero se tiene la pelota y esta motiva a experimentar habilidades. Entonces realiza dominio o jueguito e intenta que la pelota no se le caiga al piso logrando varios toques con las partes corporales que no son penadas por el reglamento o golpea la pelota contra la pared de su casa, en el patio o la vereda, jugando tipo frontón y usando distintas zonas del pie, muslo o cabeza o remata para lograr precisión hacia alguna zona marcada u objeto que hace las veces de blanco. Todo esto se encuadra dentro de actividades analíticas, están fuera del contexto de partido.
Ya entre los años sesenta a ochenta un autor húngaro presentaba su obra “El Fútbol”, de la cual salieron varias ediciones y fue un libro de cabecera en esos momentos, Arpad Csanadi (1984, 23, 24) decía, “Por técnica entendemos generalmente la manera de ejecutar los movimientos posibles del deporte en cuestión.” Añadiendo más adelante, “La técnica futbolística puede ser dividida en dos partes para mayor claridad: 1- Movimientos sin balón 2- Movimientos con balón”[3]
Es decir que su propuesta es eminentemente analítica en los comienzos de la enseñanza de este deporte. Habla de los movimientos sin balón, donde entran en juego la técnica de carrera y el salto por ejemplo, de los movimientos con balón, donde aparecen el toque, el remate, la conducción, cabeceo, técnicas específicas del golero y otras, así todas ellas deben ser trabajadas, corregidas, aprendidas y automatizadas para luego llegar a poder aplicarlas en el juego de fútbol. Aunque deja claro que no es cuestión de preparar un “malabarista de circo” que puede tener gran habilidad con el útil fuera del contexto de partido y que luego no cristalice en el juego esa habilidad, sino que dice que se debe enseñar la técnica pensando en el principio real de su aplicación, que es aprovecharla en el partido.
Volviendo a la experimentación informal. A esas edades tempranas, no se sabe de terminologías, ni métodos, solo experimenta si algo le gusta y resuelve a qué y cómo juega según cómo se presente la situación y un niño o grupo de niños con una pelota, seguramente sabrán resolver cómo y a qué jugar.
Hay otros casos de juegos que combinan los métodos mencionados por ejemplo: partido uno versus uno de cabeza, se inicia en forma analítica pero la sucesión del juego puede llevar a la confrontación directa, a una unidad global, según reglas que se acuerden. Otra posibilidad es jugar “rechia” o rematar a gol uno versus uno o dos versus dos, se da igual que en el juego anterior, de lo analítico a lo global.
Es decir que en forma natural se van experimentando metodologías de aprendizaje, sin siquiera saber de ellos, al niño lo mueve la motivación, el gusto por determinada actividad. Se pone de acuerdo y juega, muchas veces se pone de acuerdo consigo mismo, porque es él y la pelota.
¿Cómo se presentan al nivel formal y comunitario?
Ahora bien, cuando hay una actividad de alguna manera institucionalizada y con un docente, entrenador, monitor, que debe resolver como presentar la tarea para llegar a determinados objetivos, ahí debe tenerse en cuenta una serie de aspectos, debemos convenir que para realizar una propuesta metodológica adecuada de enseñanza aprendizaje, deberemos saber para quién, para qué, dónde, por qué es adecuado, tal o cual hacer metodológico.
¿Dónde se lleva a cabo la actividad, en qué medio o contexto, dentro de un ámbito competitivo, formativo o netamente recreativo, formal, comunitario o informal?
Seguimos partiendo de la base, como ya dijimos en capítulos anteriores, de que hay que unificar criterios en cuanto a hacer escuela y tener objetivos claros, comunes y que se respeten los procesos evolutivos de los niños y sin discriminar a temprana edad, todos pueden aprender. Esto debe estar por encima del contexto o ámbito donde se realice la tarea. Sólo habrá cierta acomodación de acuerdo a características particulares.
¿Hay que arribar en forma tajante a la determinación de que un método es o no es mejor que otro? ¿O que al incidir en diferentes aspectos hay que tenerlos en cuenta?
El autor José María Román (español, 2006, 19) opina: “Cuando el nivel de conocimientos previos es elevado el hecho de utilizar uno u otro método apenas tiene repercusiones sobre los resultados de aprendizaje. En cambio cuando el nivel de conocimientos previos es bajo, los métodos que mejores resultados dan son los que ofrecen mayor grado de ayuda a los alumnos (mayor estructuración, mayor directividad). La cantidad y la calidad de la ayuda serán inversamente proporcionales a los conocimientos previos pertinentes que tenga un alumno.”[4]
Aspectos que podrían incidir en el uso de tal o cual metodología:
- número de balones disponible y el número de alumnos (si hay un balón para cada uno o uno cada dos, puede que el trabajo analítico se aproveche en determinados momentos de la clase, si hay un balón cada muchos alumnos o para todos, seguramente que el método global será el que abarque la clase o sesión)
- posibilidad de otro material didáctico (conos, banderines, marcadores, cintas o chalecos de colores, arcos pequeños móviles, etcétera)
- el espacio disponible para el número que hay de alumnos
- el tiempo disponible para la clase o sesión (en poco tiempo es posible que utilice el método global, aprovecho a que jueguen, si hay tiempo suficiente, puedo seleccionar métodos o combinarlos)
- los momentos de una clase o sesión: parte inicial o vivificación o simplemente entrada en calor, la parte central o principal y la parte final o vuelta a la calma.
- el o los elementos técnicos tácticos que se quiera trabajar en forma principal
-el interés superior del niño y su conocimiento previo (él debe compartir y opinar sobre las propuestas que se le presentan, se los debe tener en cuenta)
-el conocimiento, la formación mayor o menor en la materia, del educador, entrenador o monitor (la experiencia anterior, el gusto por el trabajo con niños, también son condicionantes)
Horst Wein (1995, 37) dice acerca del educador, “Se espera de él o ella que: no hable mucho, ofrezca una gran variedad de actividades, tanto lúdicas como formativas, no favorezca a ningún jugador en particular y sepa motivarlos con frecuentes elogios, criticando sólo en casos excepcionales.”[5]
Vemos que este autor no discrimina en cuanto a sexo del educador y eso es para tenerlo muy en cuenta y son interesantes los puntos que plantea. Pero hacemos una consideración en cuanto suponemos que lo lúdico no deja de ser formativo y lo formativo no debe perder su aspecto lúdico y más en edades tempranas.
ACERCA DE LAS VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LOS MÉTODOS
Método Analítico versus Método Sintético o Global
Se cita a continuación, autores característicos que definen al término TÉCNICA y también plantean el significado del término HABILIDAD, hablan de MECANISMOS que entran en funcionamiento en mayor o menor medida según COMO se les plantee la actividad a los alumnos. Y aseveran cual es el mejor camino metodológico a seguir.
Hace un planteo y estudio minucioso de las técnicas, incluso en fotografías cuadro a cuadro, para demostrar o mostrar como es la ejecución correcta de las mismas.
Entonces:
“Movimientos sin balón:
a) el correr y cambio de dirección del futbolista,
b) el salto del futbolista,
c) el regate del futbolista sin balón (finta).
En los movimientos con balón entendemos los ocho elementos técnicos siguientes:
a) el toque de balón,
b) la recepción,
c) el cabeceo,
d) la conducción,
e) el regate,
f) el ataje,
g) el saque de banda, y
h) los movimientos de defensa y ataque del portero.
En estos ocho grupos podemos encuadrar todos los movimientos con el balón usados en el fútbol.” [6]
Establece una enseñanza Analítica, de lo simple a lo complejo, se disgrega el gesto en partes, para ir luego uniendo estas, hasta llegar a su aplicación en situación de juego.
Por ejemplo en el golpeo del balón:
Saber determinar bien la zona de contacto, mostrar y demostrar. Incluso como se dispone el cuerpo y sus segmentos en la acción.
realizar el gesto sin pelota.
realizar el gesto con balón detenido, sin golpear.
realizar el gesto con balón detenido y contacto.
realizar el gesto con balón moviéndose hacia adelante.
realizar gesto con la pelota moviéndose hacia mí.
realizar gesto en juego aplicado con marca pasiva.
realizar gesto con marcas activas.
realizar gesto en situación del juego específico.
realizar gesto en situaciones dificultadas.
Es un esbozo de progresión que podrá o no ser factible en los distintos fundamentos técnico tácticos o variará según nivel del grupo o del educando.
Álex Sanz Torrelles y César Frattarola Alcaraz (españoles, 1996, 52) en su libro “Entrenamiento en el Fútbol Base”, hacen hincapié en determinados mecanismos que se ponen en juego en el aprendizaje de los deportes colectivos y de confrontación directa, en este caso en el fútbol.
Hablan de la importancia de los mecanismos Percibir, Decidir y Ejecutar (virtudes a desarrollar enrabadas en la Creatividad), que lo da el aprendizaje en forma Global o Sintética.
“Consideramos la técnica como:
El conjunto de acciones que un jugador puede realizar en contacto con el balón, con las limitaciones establecidas por el reglamento.
Según la situación en que se realicen estas acciones distinguimos dos aspectos:
Habilidad – Cualquier acción realizada con el balón en la que no existe ningún tipo de oposición, por lo que intervienen de forma casi exclusiva factores de coordinación. (Relación jugador balón)
Técnica (propiamente) – Es la manifestación de un determinado nivel de habilidad en una acción, relacionándola con los aspectos tácticos, psicológicos y físicos que intervienen en la jugada.
Así, el “jugador técnico” no es aquel que tiene un alto nivel de habilidad sino el que relaciona de forma eficaz este nivel con el resto de fundamentos.”[7]
Y agregan que para que un jugador pueda manifestar ese alto nivel técnico en el juego, debe mejorar los mecanismos que allí se ponen de manifiesto, la percepción (lectura veloz de la situación de juego), la decisión (resolver que acción y momento es el más apropiado) y la ejecución (que es realizar en forma correcta y rápida aquella acción escogida). Y para esto no hay mejor aprendizaje que en situaciones reales de partido y los autores presentan una metodología basada en juegos para distintos niveles, que les llaman “juegos de fútbol” y “juego correctivo” (más simple, para corregir) y “ejercicio correctivo” (una simplificación máxima que prácticamente es un trabajo analítico de perfeccionamiento técnico).
Es decir que estos autores hacen un recorrido inverso en el camino que proponía Csanadi. Sí, coinciden en cuanto a la HABILIDAD y su desarrollo fuera del contexto de partido, diciendo que no conduce a nada si no es aplicable en situaciones reales de juego.
Otro autor, Karl Heinz Heddergott (alemán, 1978, 19) expresa en su obra: “La técnica comprende una serie de destrezas y habilidades que se requieren para dominar la pelota, aún en la situación más crítica de una competición, con el fin de asegurarse su posesión en el camino hacia el arco contrario”. Y agrega: “En ningún deporte las exigencias técnicas referidas al movimiento son tan variadas como en el fútbol. Cuanto más intensamente se oponga la defensa al ataque, tanto más se exigirá habilidad con la pelota. Por tal razón, ese factor de rendimiento tan importante que es la técnica se puede formar únicamente en situaciones de stress que se asemejen a una competición.”[8]
Es notable lo que tiene en cuenta el autor en esta definición, sobre todo la referencia al stress, a la presión psicológica que se da durante el juego por la oposición de la defensa al ataque y que limita o pone a prueba a aquellas destrezas y habilidades que se tienen para manejar la pelota en esas circunstancias.
Por supuesto que semejante concepto, nos habla de que presenta una metodología global o sintética (en base a juegos, situaciones de partido), pero en sus páginas también se puede apreciar lo minucioso que es en cuanto a la detección y corrección de errores de ejecución, para lo cual le hecha una mano a ejercicios simples y/o facilitados, analíticos.
Por su parte Horst Wein (1995, 188, 189, 190), autor muy tenido en cuenta por su aporte metodológico en el fútbol de iniciación, en donde pregona etapas con programas acordes a la evolución del niño (“...a la medida de su zapato...”, suele decir), presenta básicamente actividades en función del juego, globales, juegos modificados o simplificados.
Pero plantea además otros juegos y actividades que llama “polivalentes”, tanto para el enriquecimiento motriz, atendiendo así a la formación motriz general de base, que él considera en muchos casos una carencia o para la corrección de errores de ejecución. Estas actividades (muchas de ellas) tienen la característica de ser analíticas o sea fuera del contexto de partido y confrontación directa, por ejemplo, ejercicios con distintos elementos como aros, cuerdas, bastones, en forma individual o grupal o juegos en forma de relevos o con tareas puntuables dadas a cumplir donde aparecen los fundamentos técnicos, exigidos.
En un pasaje dice: “Las razones por las que la mayoría de nuestros técnicos orientan básicamente su entrenamiento a la enseñanza de gestos técnicos son varias.
Ante todo, para un entrenador es mucho más fácil ensayar, demostrar, explicar y evaluar técnicas en situaciones estrictamente controladas y previsibles, que enseñar otros aspectos de igual importancia, como puedan ser la visión de juego, la anticipación, el entendimiento con un compañero, tanto en defensa como en ataque, la toma de decisiones correctas, la capacidad de adaptarse constantemente a la nueva situación de juego, etcétera.” [9]
Para agregar más adelante: “Cambiando la forma de planear y realizar el entrenamiento, aumentará en pocos años el número de “jugadores inteligentes”, pero su cantidad sólo alcanzará un porcentaje satisfactorio cuando consigamos el acuerdo de todos para reestructurar las competiciones oficiales para los jóvenes menores de 14 años. En las actuales, poco educativas y formativas, los niños no tienen la posibilidad de descubrir, aprender y aplicar los principios básicos del juego del fútbol, ya que no respetan el estado mental y físico de los jóvenes.”[10]
Finalmente aclara que, “Una técnica solo será practicada cuando una situación del juego simplificado lo exija o cuando el jugador no sea capaz de solucionar el problema a causa de una técnica deficiente.” [11]
Este autor alemán, que propone una manera de hacer luego de ver la realidad existente en el fútbol de España desde sus raíces, coincide con las consideraciones de aquellos autores que plantean trabajar sobre actividades y ejercicios que desarrollen los mecanismos de razonamiento a partir dice, de una mejora de la visión de juego (percepción o saber leer la situación), adaptarse a los cambios repentinos del juego en forma veloz y eficaz, es decir donde hay una constante toma de decisiones.
Carlos Lago Peñas (español, 2005, 6, 7, 9), hace un análisis de los juegos deportivos colectivos (JDC) y plantea estrategias metodológicas. Dice, hablando de la metodología analítica: “Dentro de la enseñanza, esta práctica de intervención se manifiesta típicamente en el modelo educativo de enseñanza por objetivos, donde los medios son instrumentos para conseguir un fin conductualmente especificado. En la iniciación deportiva, esta concepción acabó separando la teoría de la práctica, la condición física de la técnica y ésta de la táctica y la habilidad técnica del contexto real del juego”.[12]
Habla de que este tipo de práctica instaurada en la enseñanza, privilegia la realización motriz de los gestos a expensas del desarrollo de los aspectos cognitivos de su uso en la práctica.
Por otra parte al hablar de la concepción global, manifiesta: “En otras palabras, teniendo en cuenta que el juego es más que la simple suma de las partes, reivindica la importancia que asume el juego en sí. Esta forma de abordaje centrada en el juego formal (JF) pretende también dar respuesta a las necesidades de motivación de los alumnos y de las alumnas incrementando el tiempo destinado al juego”.[13]
Pero hace una aclaración interesante, en cuanto a que se ve por lo general, cuando se aborda este criterio metodológico basado en el juego formal, una postura de “dejar hacer” o como diríamos “tirar la pelota al medio” y donde no hay criterio alguno metodológico o didáctico, donde el alumnado no llegará a interiorizar la complejidad propia de los juegos deportivos colectivos.
Entonces ve en la propia oposición de estas concepciones (analítica y global), un punto de partida para el desarrollo de nuevas propuestas metodológicas. Y dice que estas deben construirse entre los extremos que representan esas dos concepciones o maneras de hacer, por un lado la simplificación característica de la actividad analítica y por el otro el complicado juego formal de las propuestas globales.
La nueva alternativa, para este autor es la utilización del Juego Reducido.
“En este sentido, en detrimento de las formas de abordaje tradicionales de los JDC, centradas en la técnica o en el JF, apostamos por una tercera estrategia: los Juegos Reducidos (JR). El punto de partida de esta propuesta surge de la necesidad de construir una forma modificada del juego que, proponiendo situaciones de práctica facilitadas con respecto a las reales (menos complejidad), sea adecuada a los niveles de interpretación que en cada momento poseen los alumnos y alumnas y, al mismo tiempo, estimulen eficazmente la adquisición de los conceptos específicos y las competencias asociadas a cada fase evolutiva o etapa en la enseñanza de los JDC “.[14]
Vemos la coincidencia con otros autores en cuanto la simplificación (reglas, espacio, tiempo, número de jugadores) de los juegos o espacios reducidos, acordes a diferentes niveles psico motrices de los alumnos.
A continuación y a bien de comenzar a finalizar este capítulo en cuanto a las “Metodologías Encontradas”, mostramos este análisis comparativo que aparece en obras de diferentes autores (Wein, 1995, 191 y Sans Torrelles, Frattarola Alcaraz, 1996, 21, 22) y a partir del cual estos reafirman su postura metodológica.
Cuadro:
MÉTODO ANALÍTICO: Presenta una acción del juego aislada del mismo, de forma que sólo tiene en cuenta alguno de los elementos que intervienen en la competición (fundamentalmente el balón).
MÉTODO GLOBAL: Presenta una situación del juego en la que intervienen todos sus elementos (balón, compañeros, adversarios, reglas espacio de juego).
MÉTODOANALÍTICO: Se puede incidir en la mejora de objetivos muy concretos. Y se logra más fácilmente un elevado número de repeticiones de dicho objetivo, siempre que se aplique correctamente.
MÉTODO GLOBAL: Se trabajan simultáneamente aspectos Técnicos, Tácticos, Físicos e incluso Psicológicos. Al incluir todos los elementos del juego, la mejora obtenida en el entrenamiento se refleja rápidamente en la competición.
MÉTODO ANALÍTICO: Un ejercicio analítico sólo incide en una de las múltiples posibilidades de las que se puede manifestar una acción, sea técnica, táctica o física.
Las mejoras obtenidas no se manifiestan en su totalidad ya que en la competición se ven condicionadas por la presencia de compañeros y adversarios, que no han sido tenidas en cuenta en el entrenamiento.
MÉTODO GLOBAL: Presenta un nivel inferior de concreción que el método analítico, sobre todo en el aspecto técnico.
MÉTODO ANALÍTICO: Nivel muy bajo respecto al método global, pudiéndose paliar parcialmente a través de motivaciones extrínsecas a la actividad.
MÉTODO GLOBAL: Elevado nivel de motivación que lleva al niño a involucrarse en la actividad de forma total y plena.
MÉTODO ANALÍTICO: Mínimo, ya que se presentan situaciones estables que no solicitan con gran intensidad este mecanismo.
MÉTODO GLOBAL: Máximo, ya que las situaciones y acciones que se van a presentar son imprevisibles, por lo que es necesario percibir correcta y rápidamente las continuas variaciones producidas por el balón, los compañeros y los adversarios.
MÉTODO ANALÍTICO: Nulo, ya que todo lo que debe realizar el jugador está previsto y es conocido por él antes de iniciar la acción.
MÉTODO GLOBAL: Máximo, ya que cada vez que se perciben estímulos que modifican las situaciones de juego, se hace necesario realizar un análisis de la misma y decidir cómo se va a intentar resolver.
MÉTODO ANALÍTICO: Máximo, ya que se logra un elevado número de repeticiones.
MÉTODO GLOBAL: Medio, ya que dadas las características de este método se realizan más acciones de las que son propiamente el objetivo del juego, por lo que este mecanismo es solicitado de forma más dispersa que en el método analítico”.
Como ya vimos los autores españoles Sanz y Frattarola en su abordaje metodológico expresan que el método global o sintético es el apropiado y así deben encararse básicamente las actividades planteadas a los alumnos, aunque echen mano a la ejercitación analítica si es necesario mejorar o corregir determinadas acciones.
También el autor alemán Wein hace su propuesta basándose en el método global o sintético, pero vimos como combina la actividad analítica mediante juegos y ejercicios puntuables para la mejora de los fundamentos técnicos.
En la misma página en que presenta este cuadro, el autor a la pregunta:
“¿Método Analítico o Global?” se responde, “La conclusión: ambos métodos deben ser utilizados en cada sesión de entrenamiento”.[15]
Concluyendo.
No hay duda de que el juego global es lo que genera una motivación especial en los alumnos, ellos quieren jugar. Pero dependiendo del nivel del alumnado de un grupo (bajo, medio o avanzado) o donde es muy heterogéneo y hay gran disparidad en la experiencia anterior, la motricidad y capacidad de resolución de problemas en este juego deporte, habrá que plantearse ¿cómo ordeno las actividades en la clase o sesión, qué actividades, con quién qué?
Aquello de ir de lo fácil a lo difícil, de lo sencillo a lo complejo, de actividades normales a las modificadas y dificultadas, del uso de oposición semiactiva (rivales que ayudan, por ejemplo sin quitar la pelota y sí espacio y tiempo) a la oposición activa (real de partido, juego de igual a igual), metodológicamente, como progresión se seguirá compartiendo.
Las técnicas del deporte deben enseñarse para ser aplicables en el juego y esto es buscar su eficacia, el alumno debe llegar a razonar, cuánto, cuándo, de qué forma ha de emplear dichas técnicas. Le tiene que encontrar un sentido a la ejercitación, que no es meramente motriz, por esto es que planteamos en el capítulo anterior (acerca de objetivos) el término de Técnica Creativa. Si se apropia de un gesto deportivo es para que pueda hacer uso de él y lo aplique en forma original.
Hay que dar armas para ello y esto es el mayor bagaje de actividades posible relacionadas con el o los objetivos que se estén buscando. Cuanto más cosas reciba relacionadas con lo que se le enseña, mejor aprenderá y resolverá el alumno.
Wein (1995, 44), “No solo la variedad de los ingredientes de un menú (de una sesión de entrenamiento), también la forma como el cocinero (monitor) lo prepara y presenta decide sobre su éxito”.[16]
En esta frase el autor manifiesta, variabilidad de elementos y toma en cuenta también la presentación de los trabajos a realizar en una clase, su prolijidad, claridad, despertarán el interés del alumno. Entonces hablamos de la motivación, esencial para el buen desarrollo de cualquier actividad.
Dentro de la variabilidad consideramos incluso la variación de los métodos. Hemos tenido larga experiencia en el trabajo de iniciación y relacionado con este juego deporte, hemos tenido que acudir a ambos métodos en distintos niveles, grupos o momentos de una clase, lo cual nos hace estar enteramente de acuerdo con la conclusión a que arribara el autor Horst Wein, ambos métodos deben participar de la clase o sesión.
Por ejemplo y en forma muy general:
¿Es posible que en una clase de esas típicas que mantienen los tres momentos esenciales, se comience con trabajos ligeros de calentamiento en forma analítica, se corrijan aspectos de coordinación, de ejecución técnica, luego en la parte central aparezca la actividad global, se corrija sobre el propio juego y se culmine una clase con juegos globales más ligeros, de poco desgaste o con trabajos analíticos que ayuden a la soltura y a la relajación?
Lo vemos posible, aclaramos que no es una receta.
Los niños pequeños que recién comienzan a relacionarse con el útil lo necesitan y si es uno para cada uno mejor. Las primeras edades están necesitadas de su juguete, entonces aprovechemos esto para un mayor contacto con la pelota. No quiere decir que no jueguen pequeños partidos, pero su capacidad de atención de escasos minutos nos impone variar.
Hemos recibido alumnos en edad avanzada que han sido relegados en ambientes donde el fútbol infantil es muy competitivo, pero que querían aprender a jugar. En el juego pasaban desapercibidos porque tenían poca experiencia anterior y esto los hacía introvertidos y de poco desplazamiento en un partido (de aquellos niños que por lo general los demás no lo quieren en el equipo) y luego de un paciente trabajo con los propios compañeros en actividades analíticas, de mucha repetición de los gestos, evolucionaron, ganaron en autoestima, en seguridad en el juego y fueron ejemplo de los propios compañeros.
Aquí hemos mencionado dos elementos más muy importantes a la hora de aprender, en primer término, la paciencia, tanto del educador como del educando, si no se la tiene no se avanza, si ella falta no hay evolución y en segundo término, la repetición, que como se vio en el cuadro presentado es patrimonio del trabajo analítico, cuanto más se repita, hay mas seguridad.
En los trabajos globales se desarrollan mejor los mecanismos de razonamiento táctico y la visión de juego, pero a veces el objetivo principal si es un fundamento técnico, no tiene gran número de repeticiones en forma individual, por ejemplo: espacio reducido con zona de remate a gol, el jugador que tiró una vez al arco, puede pasar varios minutos sin repetir esa acción porque la situación de juego no se lo permite, lo marcaron bien y tuvo que realizar otra acción, un pase, una conducción o regate y favorecer que otro tire. Se debe buscar la simplificación o marcar una pauta para que haya más repetición al nivel personal del objetivo en cuestión.
Los típicos trabajos en pareja enfrentados pasándose la pelota y corrigiendo golpeos con diferentes zonas del pie, pie de apoyo en buena posición, perfilarse bien, etcétera, son aburridos, sobre todo si el alumno no tiene claro para que sirve estar haciendo eso (el docente debe lograr en su alumnado ese entendimiento). La motivación debe ser extrínseca o por ahí si le presenta el mismo trabajo con arquitos por donde debe pasar el balón o el compañero le hace un arco separando sus piernas por donde el ejecutante debe lograr pasar la pelota desde cierta distancia, en una especie de sana competencia, la motivación es otra, se aplican al trabajo.
Otra manera es estar haciéndose pases, recepción, control, conducción y pase con el compañero de turno, en un espacio equis y en movimiento, todas las parejas al mismo tiempo. Esto provoca otra atención al trabajo, no deja de ser analítico (no es situación de partido) pero hay lectura de situación (ver a mi compañero cerca o lejos y a los demás que interfieren), toma de decisiones (¿cuándo puedo pasarla, cuál es el momento propicio?) y ejecución (¿cómo le pego, con qué zona es apropiado, por abajo o por elevación, más o menos potente?).
Hay muchos trabajos analíticos que desde temprana edad pueden ayudar no solo a la buena ejecución del gesto técnico, sino también a desprender o descentralizar la mirada del balón cuando se lo tiene en posesión y a mejorar la visión o percepción de situación. Y combinación de fundamentos que exigen atención permanente, buena ejecución y por ejemplo, ocupación de espacios libres. Y hay muchos trabajos globales en espacios reducidos o juegos simplificados que ayudan a lograr el mayor entendimiento táctico y de los principios básicos de juego
De estas actividades y su combinación y sin olvidarnos de cómo jugábamos en forma libre y espontánea y de la otra preparación que es la teórica (ver fotos, vídeos, películas, reglamentos, partidos, etcétera) es que sale el buen método de enseñanza aprendizaje.
No debemos estar cerrados a ninguna posibilidad y sí saber que podemos valernos de ellas para favorecer a nuestros niños, siempre que mantengamos en alto su buena motivación hacia la actividad.
Una de las cosas más importantes hoy día es que el docente a cargo esté preparado para esta tarea, actualizándose, pudiendo discernir (más allá de sus gustos personales) lo conveniente para sus alumnos, sabiendo hacer entender a ellos y a sus padres, que en estas edades el fútbol se enmarca dentro de una actividad formativa y educativa, que está dentro de este contexto. Que la competencia ocasional también es formativa, educativa o pedagógica, solo está para favorecer la evolución del aprendiz.
Haremos una anécdota a modo de comentario que refleja un poco lo antes dicho.
Dentro del mismo grupo donde iniciábamos actividades y habiendo explicado en los comienzos cual iba a ser la filosofía de la misma, en un momento de clase se formaron dos equipos (amarillos y rojos) de niños que participaban de fútbol. En un momento el pequeño partido parecía la final del mundo, llevando al extremo las ansias por el resultado y se matizaba con los gritos de los padres que querían a sus hijos ganadores de ese pleito momentáneo, al punto que algunos alumnos no jugaban lícitamente.
De pronto paramos el partido y retiramos al equipo amarillo de la cancha y pitamos para que siguiera el juego, con el equipo rojo solamente en la cancha, estos nos miraban totalmente confundidos, al igual los padres y el equipo amarillo a nuestro lado. Fue la manera de que entendieran todos de que necesitan al otro para jugar, para compartir ese momento y que el resultado final es solo una circunstancia momentánea. De que no respetar las reglas no conduce a nada bueno. Y también nosotros controlar que no se desvirtuara el objetivo real del juego, cosa que sucede a menudo en la metodología global cuando en el juego se puntúa de alguna manera. A lo cual el docente debe estar muy atento.
Terry Orlick (1990, 15) en su obra manifiesta refiriéndose al juego y nos parece pertinente aquí: “Jugar es un medio ideal para un aprendizaje social positivo porque es natural, activo y muy motivador para la mayor parte de los niños. Los juegos implican de forma constante a las personas en los procesos de acción, reacción, sensación y experimentación. Puede ser una bella forma de reunirlas. Sin embargo, si deformas el juego de los niños premiando la competición excesiva, la agresión física contra otros, los engaños y el juego sucio, estás deformando las vidas de los niños”.[17]
Una de las cosas que observamos en la mayoría de los autores es el compromiso con mejorar la base, la iniciación en fútbol, para mejorar al futuro buen futbolista y es un objetivo lógico, entendible.
Wein (1995, 23) “La finalidad del “Modelo” para la formación del jugador de fútbol es obtener, después de haber pasado por los cinco niveles de formación, jugadores inteligentes y completos”.[18]
Sanz y Frattarola (1996, 11) “-Objetivo final: Dotar al alumno del conocimiento y dominio de todos los elementos que le permitan acceder al mundo profesional en su especialidad”.[19]
Nosotros pensamos que hay que mejorar la base, incluso a través del fútbol, para mejorar al futuro buen ser humano, quizá deportista. Cristalizar como jugador profesional es muchas veces pura coincidencia y en muchísimos casos tardan en darse cuenta que el arribo a círculos profesionales del fútbol pasa por la voluntad y la entrega, es decir por aspectos anímicos y psicológicos. Hay además un montón de imponderables que pueden suceder como para estar pendiente solo de ello y esto lo debemos hacer notar permanentemente a padres y alumnos con todo tipo de ejemplos que los hay y muchos.
El fútbol en la niñez, en período escolar y de aprendizajes, aporta lo suyo tanto en el desarrollo, motriz, fisiológico, como en el moral, afectivo y social.
Aporta a la formación integral.
Para finalizar y volviendo al tema metodológico, más allá de la confrontación que hay hoy día entre los defensores de uno u otro método, la experiencia nos ha demostrado que los dos son válidos y dependen de la propuesta en una clase o sesión, sólo hay que saber cuándo, cómo, por qué y con quién aplicar alguno de ellos.
En próximos capítulos nos centraremos en las características particulares de los niños y cronogramas posibles (en forma general) de actividades y su frecuencia semanal.
Nota:
-Reiteramos que cuando utilizamos el término NIÑO o ALUMNO, lo expresamos genéricamente y nos referimos a ambos géneros.
-El término ENTRENAMIENTO que aparece en algún titular de algún autor o en algún pasaje del artículo, refiere al entrenamiento con bases pedagógicas, formativas con que debe llevarse a cabo en la edad infantil. No consideramos este término tabú para estas edades, entrenar significa de alguna manera prepararse y el niño se prepara o entrena para la vida.
Hahn (1984, 59) dice, “No solo existe entrenamiento en el ámbito deportivo. El aprender a tocar un instrumento, el cruzar la calle, el atarse los zapatos, o el aprender a leer son programas de entrenamiento que se aplican a corto o largo plazo para desarrollar o perfeccionar determinadas destrezas. Todos se basan en planes de entrenamiento y estaciones de control fijados mentalmente o por escrito.”[20]
¡Hasta el próximo encuentro!
Fredy Acosta Techera
Profesor de Educación Física y Técnico Deportivo en Fútbol
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Acosta Techera, Fredy (2007) “Nuestro Fútbol Infantil (capítulo II) Si de Objetivos se Trata”(artículo) Montevideo, Revista Isef Digital, www.isef.edu.uy de diciembre 2007
Csanadi, Arpad (1984) “El Fútbol” (tercera edición) Barceloa, Editorial Planeta
Gómez, Jorge (1988) “Educación Física Infantil e Iniciación en Fútbol” (material de Curso), Montevideo, dictado en Club AEBU
Hahn, Erwin (1984) “Entrenamiento con Niños”, Barcelona, Martínez Roca
Heddergott, Karl Heinz (1978) “Fútbol, del Aprendizaje a la Competencia”, Buenos Aires, Editorial Kapelusz
Lago Peñas, Carlos (2005) “Las Estrategias Metodológicas en el Abordaje de los Juegos Deportivos Colectivos” (artículo), Montevideo, Revista Nexo Sport Nº 270
Orlick, Terry (1990) “Libres Para Cooperar, Libres Para Crear”, Barcelona, Editorial Paidotribo
Román, José María (2006) “Estrategias y Métodos de Enseñanza” (artículo), Montevideo, Revista Nexo Sport Nº 285
Sanz Torrelles, Alez, Frattarola Alcaraz, César (1996) “Entrenamiento en el Fútbol Base”, Barcelona, Editorial Paidotribo
Wein, Horst (1995) “Fútbol a la Medida del Niño”, Madrid, Real Federación Española de Fútbol
Gentileza Revista ISEF Digital (publicado en www.isef.edu.uy en junio de 2008
[1] Acosta Techera, Fredy, (1979) Jugador Integrante Selección Juvenil Nacional de Uruguay en Cannes, Francia
(1980 a 1984) Jugador Profesional Integrante del Club Nacional de Fútbol de Montevideo
(1998 a 2007) Titular Cátedra de Fútbol Curso Profesores, Universidad de la República, ISEF, Montevideo
[2] Gómez, Jorge (1988) “Educación Física Infantil e Iniciación Deportiva” material de curso, Montevideo, dictado en Club AEBU
[3] Csanadi, Arpad (1984) “El Fútbol” (tercera edición) Barcelona, Editorial Planeta
[4] Román, José María (2006) “Estrategias y Métodos de Enseñanza” (artículo), Montevideo, Revista Nexo Sport Nº 285
[5] Wein, Horst (1995) “Fútbol a la Medida del Niño”, Madrid , Real Federación Española de Fútbol
[6] Csanadi, Arpad (1984) “El Fútbol” (tercera edición), Barcelona, Editorial Planeta
[7] Sanz Torrelles, Älex y Frattarola Alcaraz, César, (1996) “Entrenamiento en el Fútbol Base” (segunda edición), Barcelona, Editorial Paidotribo
[8] Heddergott, Karl Heinz (1978), “Fútbol, del Aprendizaje a la Competencia” Buenos Aires, Editorial Kapelusz
[9] Wein, Horst (1995) “Fútbol a la Medida del Niño” Madrid, Real Federación Española de Fútbol
[10] Wein, Horst (1995), “Fútbol a la Medida del Niño” Madrid, Real Federación Española de Fútbol
[11] Wein Horst (1995), “Fútbol a la Medida del Niño” Madrid, Real Federación Española de Fútbol
[12] Lago Peñas, Carlos (2005) “Las Estrategias Metodológicas en el Abordaje de los Juegos Colectivos Deportivos” (artículo), Montevideo, Revista Nexo Sport Nº 270
[13] Lago Peñas, Carlos (2005) “Las Estrategias Metodológicas en el Abordaje de los Juegos Colectivos Deportivos” (artículo), Montevideo, Revista Nexo Sport Nº 270
[14] Lago Peñas, Carlos (2005) “Las Estrategias Metodológicas en el Abordaje de los Juegos Deportivos Colectivos” (artículo), Montevideo, Revista Nexo Sport Nº 270
[15] Wein, Horst (1995) “El Fútbol a la Medida del Niño”, Madrid, Real Federación Española de Fútbol
[16] Wein, Horst (1995) “Fútbol a la Medida del Niño”, Madrid, Real Federación Española de Fútbol
[17] Orlick, Terry (1990) “Libres Para Cooperar, Libres Para Crear”, Barcelona, Editorial Paidotribo
[18] Wein, Horst (1995) “Fútbol a la Medida del Niño”, Madrid, Real Federación Española de Fútbol
[19] Sanz y Frattarola (1996) “Entrenamiento en el Fútbol Base”, Barcelona, Editorial Paidotribo